miércoles, 21 de noviembre de 2012

Crónica de un acto de torpeza política


Sin hacer ruido, casi que a hurtadillas y mientras en las calles miles de personas nos manifestábamos contra el deterioro de  CC. SS.  , de la Ley Mordaza, contra la represión de la protesta popular y contra la corrupción política en general;  se fraguaba a lo interno de la Asamblea Legislativa uno de los golpes más grandes  a la institucionalidad democrática que se recuerden desde la anulación de las elecciones de 1948. Treinta y ocho diputados (PLN+PUSC+ML+1 ex PASE+ 2 “cristianos”), honrosa excepción del PAC, FA y el socialcristiano Luis Fishman,  votaron  a favor de la no reelección del magistrado Fernando Cruz Castro.  En palabras de Fabio Molina, jefe de fracción del PLN, la votación fue “una llamada de atención” a la Corte Suprema de Justicia(La Nación S.A. 16/11/12). Para Molina, “la Sala constitucional se había excedido en sus competencias y había que restaurar el equilibrio entre poderes”(Ídem). Las decisiones de la Sala, a su parecer, provocaban “ingobernabilidad”. De inmediato, las “razones” dadas para destituir al juez Fernando Castro provocaron un sinnúmero de reacciones de indignación y malestar de ciudadanos de diversos sectores e instituciones, para empezar, en el Poder Judicial mismo, al punto que el Fiscal General Jorge Chavarría calificó el asunto como un “golpe de Estado técnico” y llamó a los funcionarios de la institución a manifestarse al respecto (La Nación S.A. 17/11/12) . Pongo “razones”, así entre comillas, porque ni un solo diputado fue capaz de esgrimir un argumento en contra del desempeño  en sus labores del magistrado Fernando Cruz,  fueron y siguen siendo incapaces de señalar alguna falta en su actuar que justificara sólidamente su voto. Es más, la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa no encontró problema alguno y había recomendado por mayoría la reelección del magistrado. Y según la perspectiva jurídica, el magistrado estaba automáticamente reelecto desde el 14 de noviembre, exactamente un mes después de cumplirse los ocho años de elección por el Parlamento, amparado en el artículo 158 de la Constitución. Así las cosas, el actuar de los legisladores no resultaba ni legal ni legítimo. Más tarde,  el presidente de la Corte Luis Paulino Mora aludirá  a “fuerzas oscuras” que, estarían detrás de la decisión de no reelegir al letrado Cruz Castro.  

        
 ¿Qué es lo que se le cobra a la Corte?, y más específicamente; ¿Qué es lo que se le estaría cobrando, de forma personalizada,  al magistrado Cruz Castro?, ¿En qué se había excedido la Sala IV y por qué sus decisiones provocan “ingobernabilidad” para un grupo de diputados?  Un amplio sector de la sociedad que valora muy positivamente la labor del magistrado Cruz Castro opina que se le cobra su probidad, valentía e independencia. Veamos; en el caso del TLC con EE. UU. tuvo una posición divergente de la mayoría de los magistrados, también votó en contra de las leyes de implementación del acuerdo comercial en el 2008. En el 2010 votó a favor de un recurso que se propuso detener el proyecto minero Crucitas. Y en abril de este año fue parte del voto unánime contra la forma en que se aprobó el Plan Fiscal.  Así la cosas, cabría pensar que Cruz Castro es ‘una piedra en el zapato’, un obstáculo para una agenda particular e inconfesable de intereses  político-empresarial en el país. Quizás esas sean las “fuerzas oscuras” a las que alude el presidente de la Corte Luis Paulino Mora. En relación con el Poder Judicial como un todo es imposible dejar de mencionar la labor valiente del Ministerio Público que llevó a los tribunales y juzgó a dos ex presidentes de la república e indagó a otro más por actos de corrupción. El poder judicial se muestra fuerte y con gran legitimidad; la impunidad en casos de corrupción que involucrara a políticos ya no estaba garantizada. De hecho, la Fiscalía investiga en este momento a 18 funcionarios y exfuncionarios del gobierno, todos ellos de Liberación Nacional (http://www.crhoy.com/fiscalia-investiga-a-18-funcionarios-publicos-todos-miembros-del-pln/).       
     

Ahora bien, fue en los días siguientes  que una parte de las “fuerzas oscuras” empezaban a clarearse un poco.  La diputada del Movimiento Libertario, Patricia Pérez,  afirmó que el ministro de la presidencia, Carlos Ricardo Benavides, la llamó para pedirle no votar por la reelección del magistrado Fernando Cruz (La Nación S.A. 20/11/12). Por su parte, el pre-candidato presidencial Rodrigo Arias felicita a los legisladores verdiblancos luego de la votación, según dos diputados y un asesor legislativo(http://www.crhoy.com/arias-felicito-a-diputados-por-no-reelegir-a-magistrado-cruz/).     
   
Mientras tanto, los principales dirigentes del Movimiento Libertario y del PUSC guardan silencio sobre el tema.


Los últimos hechos relevantes en esta trama se desarrollan de la siguiente manera: El día sábado se le da trámite a un recurso de amparo presentado por la legisladora del PAC  Carmen Muñoz y por el diputado Luis Fishman del PUSC. El recurso deja sin efecto la decisión de los legisladores y reinstala en su puesto a Fernando Cruz mientras se resuelve amparo. Luego, el día martes en el plenario, con Víctor Emilio Granados a la cabeza, se decide anular la votación del jueves 15. Luis Gerardo Villanueva (PLN) apela la resolución de nulidad, se procede a votar y con el resultado de 26 diputados a favor(ya no 38) y 19 en contra, se echan abajo dicha resolución(no deja de ser interesante como se desgrana la mazorca). Resultado: A la Sala IV le dejan la decisión de enmendar un error que  pudo tener solución en la Asamblea Legislativa. Luego algunas mentes estrechas y cínicas se preguntan del por qué de la judicialización de la política y del creciente e incontenible descontento popular.